Nuestra planta solar en desarrollo es un proyecto de energía renovable de gran escala, que consta de múltiples fases para aprovechar al máximo el potencial de la energía solar.
Este proyecto no solo contribuye a la reducción de emisiones de carbono, sino que también impulsa el desarrollo sostenible en la región. La planta solar es un ejemplo de innovación y compromiso con el medio ambiente, alineándose con los objetivos de sostenibilidad a largo plazo.
Nuestra planta solar en desarrollo es un proyecto de energía renovable de gran escala, que consta de múltiples fases para aprovechar al máximo el potencial de la energía solar.
Nuestra planta solar en desarrollo es un proyecto de energía renovable de gran escala, que consta de múltiples fases para aprovechar al máximo el potencial de la energía solar.
FASE III A IX - 1,575 MEGAWATTS
HIDRÓGENO VERDE
En la Fase I, el sistema generará 30 megawatts de potencia efectiva, proporcionando una base sólida para la infraestructura inicial y garantizando un suministro confiable de energía limpia.
el proyecto escalará a 60 megawatts de potencia efectiva, duplicando su capacidad para satisfacer una demanda energética aún mayor.
Finalmente, de las Fases III a IX, el sistema alcanzará una potencia combinada de 1,575 megawatts, posicionando a esta planta como una de las más ambiciosas y avanzadas en su tipo, con la capacidad de abastecer comunidades y sectores industriales con energía 100% renovable.
La producción de energía limpia es fundamental para abordar los desafíos ambientales del siglo XXI, como el cambio climático, la contaminación del aire y el agotamiento de los recursos naturales. A diferencia de los combustibles fósiles, que emiten gases de efecto invernadero y otros contaminantes, las fuentes de energía limpia, como la solar, eólica y la hidroeléctrica, generan electricidad de manera sostenible y con un impacto ambiental significativamente menor.
Al disminuir la dependencia de combustibles fósiles, se reduce la contaminación del aire, lo que a su vez mejora la salud pública y disminuye enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
La transición hacia fuentes de energía limpia crea empleos en la instalación, operación y mantenimiento de tecnologías renovables, impulsando así la economía local y nacional.
La producción de energía limpia promueve un uso más sostenible de los recursos, ya que depende de fuentes inagotables como el sol y el viento, en lugar de recursos finitos que requieren extracción y procesamiento intensivos.
La energía limpia disminuye la liberación de CO2 y otros gases nocivos a la atmósfera, ayudando a mitigar el calentamiento global y sus consecuencias.